El camino nunca será fácil. Siempre habrá cuestas, siempre curvas, siempre habrá momentos que te hagan pensar, que te hagan dudar, donde quizás sientas una palmadita en la espalda a la cara y después escuches risas infantiles dando cero valor y un ratito de chiste fácil. Que todo ello sume, que todo ello sea motivo para hacerte más fuerte, para seguir el camino porque cuando sientes todo lo mencionado anteriormente es que vas en el camino correcto.
Nunca hagas caso a nadie y cuando digo eso no digo que pases de lo que te digan. Observa y apunta interiormente todo y después en soledad analiza que te puede servir y que puedes tachar de la lista. Hay quienes se atreven a dar consejos sabios, esos mismos consejos que en una situación parecida nunca hacen pero se queda de maravilla y no por maldad sino por involución de la persona. Recuerda que hay personas que con saber respirar tienen bastante.
También hay luz, también encontrarás ese sol que alumbre tu camino, que te de energía para seguir y también en el que poder abrazarse en caso de un intento de abandono. Todo cuesta mucho, nadie te va regalar nada, todo a base de fuerza interior, del aprendizaje en las decepciones, de echarle narices y de sacar esas fuerzas que ni sabes donde están pero que es ahí en ese momento cuando salen y te conoces un poquito mejor.
Todo esto puede venirle bien a mucha gente pero seguramente a quien mejor le viene hoy es a quien siempre dejamos en último lugar y es a ti mismo. Quien conoce la tempestad ve llover y sonríe.
Mientras tanto, sigo con lo mío.
Sigue tu ritmo y llegarás a tu meta. El blog de teko.

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